¿Traer un gato a casa?
¿Por dónde comienzo en el mundo de los gatos?
¿Qué necesito para cuidar a mi gato?
Estas son las preguntas que se nos pasaban por la cabeza una vez que decidimos traer un gato a casa.
Todo comienza cuando nos fuimos a vivir de alquiler. Nos atraía mucho el mundo felino y estuvimos informándonos al respecto, solamente habíamos tenido convivencia con perros porque nuestra familia tenia uno, sabíamos la dedicación y el tiempo que hay que emplear para las salidas a la calle y no disponíamos de ese tiempo al día, por este motivo optamos por traer un gato a casa.
Nos pusimos a buscar páginas a través de Facebook de adopción y encontramos a Vydanimal, una asociación de Madrid sin ánimo de lucro dirigida por voluntarios que se encargan de salvar a animales de la calle, buscandoles un hogar definitivo y controlar colonias felinas. Justamente tenía a un pequeño rubito llamado brownie del que nos enamoramos (Siempre la gente que empieza adoptando quiere un gatito bebe) y nos pusimos en contacto con Beatriz de Vydanimal (Que nos ayudó muchísimo en la introducción en el mundo de los gatos y futuras consultas). Nos comentó que actualmente estaba de acogida en su casa con la mami y sus hermanos, era cuestión de esperar al destete de los cachorros y posteriores test, para poder traer al gato a casa. Mientras podíamos ir comprando un arenero grande, arena, una camita, un rascador, un transportín y por supuesto, comida necesaria para nuestro gato.
Primeros pasos al traer un gato a casa
Lo primero que hicimos fue intentar acomodarle a su nueva casa, ya que venía de una familia con varios hermanos, tratamos de estar la mayor parte del tiempo con él, sociabilizarle todo lo posible y jugar para que estuviera distraído. Le pusimos de nombre Simba (Todo el mundo imagina ya por qué) y le enseñamos que ese era su nombre yendo de un lado al otro de la casa y llamándole con comida en la mano para que asociase el nombre a comida, hasta que finalmente, obedecía nuestras llamadas.
Simba ya sabía usar el arenero y eso es algo que los gatos aprenden desde bien pequeños, no es como a un perro que hay que enseñarle que en casa debe aguantar y hacerlo en la calle. También, le habituamos al transportín y lo utilizabamos como cama o refugio para él. A día de hoy, siempre que viene un gato en un transportin, Simba es el primero que lo huele y se mete en el transportín una costumbre desde pequeño y que intentamos que en todas las acogidas sea así y no cojan pánico al transportín.
Simba era un gato muy inquieto, juguetón y valiente (normal a esa edad), se paseaba por la barandilla de la terraza pegándonos más de un susto. También jugaba con muñequitos, jueguetes hechos a mano y cualquier caja o manta que tuvieramos.
Traer un gato nuevo a casa
Tras unos meses totalmente enamorados de nuestro pequeñajo, enseñando y aprendiendo todo de él y su comportamiento, decidimos seguir ayudando a la asociación y nos informamos sobre ser casa de acogida. Y así fue como ayudamos a traer un gato a casa nuevo, gracias a Vydanimal de nuevo acogiendo a una gatita llamada Sisi, o llamada por nosotros a día de hoy, nuestra princesa. Sisi estaba debajo de un camión y fue encontrada al querer capturar a otro gato. Era una gata abandonada, pues era muy sociable y se dejo coger al instante sin ningún tipo de problema. Acogimos a Sisi con promesa de buscarla una casa para ella, puesto que teníamos en mente tener solo un gato. Fueron pasando los meses y Sisi no encontraba ninguna adopción para ella. Por motivos económicos, tuvimos que llevarla a otra casa de acogida de Vydanimal, Sisi acompañada de otras gatas no lo pasó bien, estuvo días sin comer y sentía que ese no era su sitio, nos había cogido tanto afecto que lo paso mal. Simba también la extrañaba y lloraba por las noches, por lo que entendimos que los dos se necesitaban y la trajimos de nuevo a nuestro hogar, esta vez, para siempre.
A día de hoy, hemos traído unos cuantos gatos más a casa y siempre los nuestros los han terminado aceptando, Simba siempre juega con ellos y hacen muy buenas migas
